Extraemos del baúl de los recuerdos una pequeña crónica sobre uno de los desplazamientos más míticos del grupo, sin ser una final: el viaje a Turín en la temporada 95-96. Mucho se escribió sobre aquel viaje en la prensa, y hoy lo recordamos brevemente junto a unas cuantas fotos de aquel día.
Tras haber estado presentes en el viejo Olímpico de Ámsterdam, Budapest y Zúrich, el sorteo de los cuartos de final de la Champions League nos emparejó con la Juventus. Desde el primer momento, la gente respondió y se organizó un vuelo chárter junto con dos autocares que partieron el martes anterior al partido. A pesar de algunos problemas previos con las entradas, debido a que la COPE y una agencia de viajes intentaban intervenir en el club, el grupo salió rumbo a la ciudad transalpina.

Con el 1-0 de la ida y la posibilidad de avanzar en la eliminatoria, la ilusión se desató en el viaje. Cánticos, buen ambiente y desparrame fueron la tónica en ambos medios de transporte hasta llegar a Turín. Desde el aeropuerto, varios autobuses recogieron a los viajeros para, en teoría, dejarlos libres por la ciudad hasta la hora del partido. Sin embargo, los autobuses tomaron rumbo directo al estadio, lo que la gente interpretó como una encerrona para ser retenidos por la policía.


Unos cuantos lograron escaparse para recorrer la ciudad, mientras el resto quedó retenido en los alrededores del estadio, que en aquella época era un páramo desolado. Horas más tarde, llegaron los dos autobuses restantes, que se reunieron con los encargados de comprar bengalas y los que habían escapado de la encerrona policial.
En el estadio, el grupo fue ubicado en un anillo intermedio bajo una grada de seguidores juventinos, lo que provocó lanzamientos de objetos desde arriba. A pesar de esto, al salir los equipos al campo logramos un bengaleo espectacular para recibir al Real Madrid, y durante el partido mantuvimos una animación intensa, superando en actitud a la afición local.



Durante el encuentro hubo provocaciones de los locales, desde el lanzamiento de objetos hasta el uso de banderas vascas con referencias a ETA. En la segunda parte, hubo un intercambio de impresiones con la policía italiana, que se intensificó tras el segundo gol juventino, que nos dejó eliminados.


Tras el partido, al regresar a los autobuses para ir al aeropuerto, aparecieron miembros de los Viking por la zona. Algunos del grupo bajaron a saludarlos, lo que no agradó ni a ellos ni a la policía, que intervino rápidamente. Finalmente, llegamos al aeropuerto y tomamos rumbo a Madrid con la sensación de haber hecho un gran viaje, aunque el resultado en el campo no nos acompañara.
Días después, recibimos una carta desde Italia que reflejaba la repercusión que tuvo nuestro desplazamiento en el Piamonte. Esta carta apareció en el fanzine Nº 98 RMCF – Deportivo de la Coruña (05/05/96).

NO SURRENDER