Tottenham Hotspur – RMCF Copa de Europa 2017/2018

Londres y el mítico Wembley, un atractivo desplazamiento que muchos miembros del grupo no quisieron perderse.

La gente se desplazó por sus propios medios, destacando una avanzadilla que llegó el día anterior al partido y estuvo disfrutando de la noche londinense.

El día del partido fue llegando el grueso del grupo, la mayoría desde Madrid y otros vía Zaragoza o Castellón. Una vez en Londres, a buscar el hotel para cumplir el requisito impuesto por el club. Después, unos fueron a dejar las cosas y ver la ciudad, mientras que otros se dirigieron al punto de reunión, un conocido pub donde se congregan las aficiones visitantes. Desde primeras horas ya había miembros del grupo. Allí coincidimos con varias peñas del club, que entre cervezas y cánticos esperaban la hora del partido, aunque la marcha hacia el estadio fue un poco caótica y en corteos no muy numerosos.

Una vez en el estadio, nos situamos a ras de césped y decoramos la zona con nuestras banderas.

Y llegó la hora de animar. Ahí es donde se volvió a dar la absurda situación en la que se encuentra la afición madridista. Dado que poco podemos hacer en este sentido, nos centraremos en la autocrítica, sin propaganda ni autobombo. Nuestra animación fue manifiestamente mejorable. Es cierto que la situación no es fácil y nos gustaría poder desplazar más gente para mejorar la animación, pero lo cierto es que no fue nuestro mejor día. Hubo momentos buenos en los que logramos tirar del resto de la afición, con la dificultad que esto tiene con el aficionado madridista, sobre todo si el equipo no va ganando. Fuimos el foco de animación principal, pero dentro de una situación ridícula donde varios grupúsculos se tapaban unos a otros con cánticos distintos. Una vez más, faltó mejor organización.

Como amantes de las gradas, nos produce pena la oportunidad perdida. Sería tan fácil hacer las cosas bien, con un grupo guía de animación liderado por gente competente en la materia y formado por jóvenes con ganas de animar, y no por cincuentones que van solo a ver fútbol. También lamentamos la oportunidad perdida de hacer un buen tifo en un estadio que ofrece tantas posibilidades como Wembley. Pero los que podemos hacerlo no nos dejan, y los que tienen todas las facilidades no quieren, no pueden o no saben.

Destacar un buen final de orgullo en la animación, que coincidió con el coraje del equipo en los minutos finales.

Tras finalizar el partido, no se nos retuvo en la grada y la gente optó por quedarse en un pub en los alrededores del estadio para esperar a que se descongestionara el metro. Posteriormente, nos dirigimos al centro de la ciudad para reunirnos con los miembros del grupo que no pudieron acceder al estadio. Nos juntamos casi un centenar en una zona de pubs recomendada por gente local, pero no cumplió las expectativas y no estuvo tan interesante como nos habían comentado, a pesar de nuestros esfuerzos.

Un saludo a todos los miembros desplazados, especialmente a aquellos que lo hicieron sin entrada y a los camaradas polacos que nos acompañaron.

NO SURRENDER 1980